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Existe actualmente una necesidad urgente para convocar líderes, activistas, académicos y personas involucradas en el sistema penal para hacer visible lo invisible: el concomitante apuro de latinos en un sistema criminal roto y discriminatorio. Los latinos, hombres y mujeres, sufren a diario las peores manifestaciones del sistema penal en EEUU.

La gravedad de esta situación queda eclipsada por el modo en que el país trata a los afroamericanos. Ese trato tan profundamente devastador es un legado de la esclavitud y los códigos segregacionistas Jim Crow. El equivalente en términos latinos es el legado de la dominación racial, la conquista, el imperialismo y el colonialismo o lo que Juan González denomina la “cosecha del imperio estadounidense”.

Ahora en LatinoJustice hay un vehículo para atender estas necesidades. El “Justice Reform Collaborative” (Colaborativo para Reformar la Justicia) une el litigio, abogacía, activismo comunitario, análisis, y el cambio de narrativa para asegurar que la voz latina sea parte del debate reformativo.

Denunciar los efectos discriminatorios de la encarcelación masiva requiere entender que la dicotomía racial blanco/negro es insuficiente para analizar el trato racista por la cual los latinos también se ven relegados en este país. El racismo estadounidense se manifiesta en la comunidad latina de maneras concretas, a la vez distintas y similares que a la de afroamericanos. Pero al no reconocerlo hace invisible esa historia.

Esta invisibilidad hoy día se ve en la estadísticas gubernamentales sobre arrestos y encarcelaciones que todavía en 2017 se rigen por la dicotomía blanco/negro. También se ven en los resúmenes históricos que erróneamente perpetúan la impresión de que en EEUU los latinos nunca han estados sujetos a la violencia del estado o la violencia de lo justicieros alimentados por el estado, o que no sufrieron la segregación de jure en escuelas, parques y baños públicos, o que las desigualdades en el sistema penal actual no hunden sus raíces en esa historia.

Jason Hernández, un activista en Texas, aplaudió la apertura del Colaborativo en LatinoJustice al comentar que “hay algo terriblemente mal en nuestro sistema de justicia cuando latinos son considerados una minoría en una sociedad libre pero la mayoría de los encarcelados” en varias partes del país. “Entra a nuestras prisiones y veraz exactamente por qué los latinos tienen que involucrarse en la reforma del sistema penal”, concluye.

Jason lo sabe bien. Él fue el primer latino en recibir clemencia de parte del Presidente Obama y al salir del presidio federal nunca dejó de trabajar para la excarcelación de otros latinos y latinas.

Con la perspectiva de Hernández y las redes de activistas y abogados, el nuevo Colaborativo en LatinoJustice recibió una donación de un millón de dólares de Google.org que se une al apoyo de fundaciones como Open Philanthropy, Public Welfare Foundation, Hagedorn Foundation y el Long Island Community Foundation, entre otras.

Ahora estamos listos para promover los valores de justicia, restauración y seguridad pública que celosamente guarda la comunidad latina en su búsqueda de reformas justas al sistema pen.